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LOS GRITONES

Os presento a Ruth y a Fran. Son los protagonistas del cortometraje  “Los gritones” que hemos visto en clase. La propuesta es que os pongáis en su propia piel. Primero debéis decidir quien queréis ser, si Ruth o Fran. Escoged el personaje que más os guste, independientemente de si es chico o chica, pensad más en cómo es y qué os transmite.

Una vez lo tengáis claro, quiero que penséis en qué siente vuestro personaje, qué le pasa por la cabeza, qué no le dice a la otra persona, qué relación les une… Incluso podéis pensar en un pasado reciente entre ellos, cuánto tiempo hace que se conocen…  Debéis imaginar todo lo que en el video no nos cuentan. ¡Dedicad un buen rato a pensar en esto!

 

El ejercicio de expresión escrita es el siguiente. Después de que pase la escena que vemos en el video, Fran y Ruth van a tomar un café con su mejor amig@. Y le van a contar lo les ha pasado. Pensad que ese amigo es alguien de mucha confianza para ellos y se pueden desahogar con esa persona. Confían plenamente en él o ella.

 

La historia puede empezar con la siguiente frase: “Esta mañana, hace un rato o hace un momento...  estaba con Fran/Ruth en el mirador abandonado…”  (Algo por el estilo)

 

Debéis tener en cuenta varios elementos antes de empezar:  

 

  • El tiempo verbal que vais a utilizar. Es pasado (reciente), hace unas horas que les ha pasado.

  • Costrucción de frases adecuada al tono del personaje que habla. Podéis usar (sin abusar) puntos suspensivos, frases inacabadas, lenguaje y vocaulario más coloquial, expresar duda, inseguridad... 

  • El texto debe tener contenido nuevo, no me contéis sólo lo que pasa en la historia, eso ya lo he visto, contadme algo nuevo ;)

  • Recordad que escribimos en 2a persona narrativa. El personaje le cuenta una historia a otra persona, ¿ok?

  • Estáis contando una historia real que le ha pasado de verdad, a un gran amigo/a. Y hay algo que os ha dejado preocupad@s.

  • El orden cronológico. Cómo evoluciona la situación… Primero pasa algo, después las cosas van cambiando, ¿sí?

  • Os recomiendo volver a ver el video varias veces. Incluso para conocer mejor a estos dos chicos, podéis verlo sin sonido, simplemente poniendo especial atención en sus expresiones, en el lenguaje no verbal.

  • Podéis darle un nombre a ese amigo/a con el que estáis hablando. Y dirigiros a esa persona durante vuestra explicación, nombrándolo de vez en cuando.

 

Ánimo, a ver que sale de vuestras cabecitas creativas…

 

Os dejo uno de los ejemplos que hemos leído en clase, recordad que tenéis más a continuación. 

 

Pero mamá! 

 

Hola mamá gracias por haber venido.Sí, ya sé que te he gritado mucho por teléfono, pero de esto es justamente de lo que te quería hablar. Sí, es de aquella muchacha de las cartas. ¿Cómo lo has sabido ? Instinto maternal, será esto. Bueno que hemos quedado por primera vez y ...

No mamá no llevaba "piercings" ni tatuajes.¿ Puedes parar de interrumpirme? Por dónde iba, a sí, luego me ha llevado a una especie de mirador... no,no fumaba. ¡Mamá! Bueno me ha dicho que empezara a gritar. Mamá, que no era grosera, te estoy diciendo que me escuches,o paras de verdad o te lo juro que no te cuento más. Sí, te perdono, pero para de una vez.

 

Le he dicho que tenía frío y luego me ha dicho que ella también y así todo el rato, entonces...

Sí, se lo he dicho. ¿Qué pasa, que no lo tendría que haber dicho? Mamá , eso se dice antes. ¡Yo que iba a saber que eso nunca se dice en una primera cita! ¿Y qué puedo hacer yo ahora? ¡Nada! Y no la podré volver a ver nunca más , ¿y qué pasará con todo el valor que había reunido para pedirle si quería verme algún día?… ¿Mamá a ti no te suena mucho lo que son palabras sutiles verdad?. ¿Qué qué has hecho ? Decirme a la cara que he metido la pata hasta el fondo  y que todos los esfuerzos que había hecho no sirven de nada y que con solo una frase lo he tirado todo por la borda, si esto te parece poco, no quiero saber lo que es mucho para ti. ¿Puedo seguir ya? Gracias.

 

La chica se ha quedado ahí, no me he atrevido ni mirarla a los ojos , unos segundos más tarde ha gritado:

-Aaaahh!- Y se ha ido rápidamente por las escaleras. Me quedado ahí, sin saber que hacer.

Fran, de Jana Valera. 

 

 

 

Bueno abuelo...Gracias por coger la llamada después de unas seis veces que te he telefoneado. Qué sí, que ya llamaré a la asistenta social para que venga a ponerte un sonotone, pero ahora, por favor, escúchame.

Esta mañana, hace un rato, he ido al Mirador del Carmel. Tranquilo estamos bien, no nos están atacando...no hay guerras, no nos estamos defendiendo, ni nada de eso, sólo he ido a conocer a una chica: Ruth.

Pues estábamos jugando a gritar, yo le he dicho que tenía frío y ella me ha respondido lo esperado y así hasta que…

¡Pues sí!Me he declarado y encima en ese lugar, para que veas que soy más chulo que un ocho. La cosa es que no ha salido muy  bien, porque me parece, que no se lo ha tomado demasiado correcto. No te creas que es tan fácil, ¿tú que hiciste para conquistar a la abuela? ¿Cómo? ¿Estás insinuando que la lleve al Museo de Historia? ¡Tú estás loco! Te recuerdo que estamos en el siglo XXI. Ahora mismo no sé que hacer, mi cabeza está hecha un lío y más si me hablas como si estuviéramos en los ochenta. No sé ni porque te he llamado, la próxima vez me lo pienso. ¿Y ahora qué? ¿Yo qué hago? ¿A quién llamo? Bueno...si tanto insistes me puedes aconsejar tú. A ver, ¿qué puedo hacer?.

Claro, muy bien, ahí le has dado! Una flor es el mejor regalo que le puedo hacer, pero...hay un problema ¿dónde la compro? ¡Como!¿me la vas a dar de tu jardín? ¡Abuelo! ¡Por favor! Que ya sabes que están muy pochas! No si al final, tendrá razón la abuela, que no se puede hablar contigo, siempre interrumpiendo y diciendo tonterías. Vale, vale ya te perdono, pero relájate, que con estos nervios, el ambiente se va calentando cada vez más. Ahora, sinceramente ¿Que hago? Sí, me parece buena idea, pero...Creo que un Biter Kas en un bar con Ruth es muy soso. ¡Es verdad! Seguro que si le cuento, toda nuestra llamada por teléfono, se partirá de la risa.

Muchas gracias abuelo, ya sabía yo que acabarías dándome un buen consejo.

Besos y recuerdos a la yaya. ¡Que sí! Que ahora mismo llamo a Ruth.

                                                                                             Fran, de Paula Collelldemont.

 

Hola tía, gracias por venir. No sabes lo que me ha pasado: Fran se me ha declarado. Sí, yo no pensé que lo haría.

Pues estábamos jugando a gritar en el mirador donde siempre quedamos, todo iba bien y estábamos pasando un buen rato, pero cuando lo soltó se hizo muy incómodo. Yo no supe como reaccionar. Pues no he dicho nada porque no me gusta.

 

Tú no lo entiendes, a mí él no me gusta. Ya sé que es muy majo pero… Que sí que te cae muy bien y a mi también, pero no puede pasar de ahí. Ya lo sé, pero entiéndelo. ¿Que puedo hacer? Sí, primero me he de tranquilizar, pero no puedo. A ver, te crees que es muy fácil, pero no.

 

¿Qué hacemos buena pareja? Tu flipas. Lo nuestro no puede ser y punto. Te lo repito, tu no lo entiendes. Pues porque no.

 

A ver, como te lo explico… Lo que te diré te parecerá un poco raro. Pues… No sé si decírtelo. ¡Que me gustan la chicas! Bueno, ¿ahora lo entiendes? Ya sé que es muy raro , pero es la realidad. No lo puedo evitar, es así.

 

¿Crees que Fran lo entenderá? ¡Ay! No sé. ¿Se lo digo? Creo que le tendría que dar una explicación. Sí, tienes razón, se lo diré. ¿Pero, cómo? Es algo delicado. ¿Crees que lo entenderá? Sí, tienes razón, lo entenderá, o eso espero.

 

¡¿Porqué  todo es tan complicado?! ¿Porqué soltó la maldita frase? Sí, te haré caso, se lo diré y que sea lo que dios quiera. Le llamaré y se lo diré cuanto antes. Gracias, espero que lo entienda. Adiós.

 

Ruth, de Lucia Calvo. 

 

Un encuentro muy importante, de Dani Sáez. 

Hola Cristina, tengo que contarte una cosa muy fuerte, es que no sé como decírtelo, pues que quedé con Fran en el viejo viejo y empezamos a gritar, de golpe me dijo que me quería. Durante unos instantes me faltaba el aire. Grité: aaaaah,  pero ya sabes que a mi Fran me gusta, y no  veo el momento de decírselo. Pues se lo diré al cabo de un tiempo, dejaré pasar unos meses. Pero yo no puedo esperar tanto, ¿y si conoce a otra? Mira, aprovechando que viene tu cumpleaños, se lo diré en tu fiesta , sí, el viernes.

¿Porqué no te parece bien que se lo diga en tu fiesta? Sí, ya sé que me lo tengo que pasar bien, pero es que entonces ¿cuándo se lo digo. ¿En el insti? Nooo, qué vergüenza. Espera un momento que me suena el móvil. ¿Qué? Es Fran!!!! ¿Y ahora qué? quizás, mejor que le cuelgo. Bueno te guste o no se lo voy a decir en la celebración.Te noto un poco rara. ¿Qué tienes calor?. Anda quítate la chaqueta. No es eso, entonces, ¿qué pasa? Puedes confiar en mí para todo lo que necesites.


¿Cómo que no para todo?, no te entiendo. Dímelo claro que me estoy empezando a asustar. No será que la fiesta se cancela, eeeeh. No, no puede ser que te guste la misma persona que a mí. No me lo esperaba de tí, la verdad. ¿Y ahora qué? Pues supongo que esa decisión la tiene que tomar Fran.          

Pero papá déjame que acabe, de Mireia Pons. 

 

Hola... hola papá… ¿qué haces por la calle?… No me pasa nada… que no papá... pesado... Bueno si insistes tanto... pero me tienes que prometer que te callarás y que no se lo dirás a nadie… Vale, todo ha empezado cuando estaba en el  mirador con Fran, sí papá es el que lo conocí cuando empecé el instituto. Sólo empezar ya me interrumpes. Bueno, como iba diciendo quedamos en el mirador, y le dije que gritara. Empezamos a gritar cosas tontas. Pero hubo un momento que se me declaró, me dijo te quiero. Me quedé en blanco. Y grité... aaaaaaaaaaah, él se esperaba que le contestara yo también. No papá,   no me contestó de mala forma ni me hizo nada, que pesado. Cuando acabé de gritar, nos miramos y me fui corriendo.

 

Estoy muy confundida, no sé que hacer.

Bueno ¿que me aconsejas? ¿Qué?¿ Es verdad lo que me acabas de decir? En serio papá ya no tengo cinco años, ¿cómo se te pasa por la cabeza decirme que no lo vuelva a ver y que le bloqué? Papá, me has insistido mucho y al final te lo he dicho... así que ahora no lo estropees. Claro que  tampoco sé lo que me ronda por la cabez para contártelo a ti.

A ver papá es que lo que has dicho no es normal, mira te voy a dar una segunda oportunidad... Pero no la líes!!!!

 

Es que yo a él lo veo más como amigo, porque llevamos tantos años siendo mejores amigos que se me haría raro tenerlo como pareja. Ya estamos otra vez...tú, lo único que quieres es que no tenga vida social con los chicos….Y eso no va a ser así siempre…Lo que pasa es que no puedes asumir que tenga vida propia, ya no soy una niña pequeña, no tengo que depender de nadie....

 

¿Cómo? ¿que se lo vas a explicar a mamá a ver que opina? ¡Espera, pero no te vayas tan rápido!

Bff, yaya, de Noa Riera. 

Bff, yaya, te tengo que explicar una cosa que no quiero que le expliques a mamá,  porque todo lo que le explico, siempre se lo cuenta a su grupo de amigas. 

Bueno te cuento.Estábamos en el mirador de San Adrián, ese que está abandonado, con Ruth, la chica con la que estuve saliendo hace dos años.¡ Ay que no yaya, ¡que no nos hemos dado ningún beso!

 

Bueno te sigo explicando, ella me ha dicho que chille y yo al principio no lo entendía pero me he soltado y he chillado junto a ella. Hemos empezado a gritar y a  hacer el tonto. Hasta que he visto el momento de declararme diciendo”te quiero”- Ah, perfecto y me dices ahora que aún no me tendría que haber declarado un poco tarde ¿no crees?. En ese momento me sentía libre como si me pudiera comer el mundo entero, tenía un montón de pensamientos en la cabeza y muchos sentimientos hacia ella que no me dejaban pensar con claridad.

 

Después de haberme declarado, tras pasar cinco minutos sin que ninguno de los dos estuviéramos hablando, ella ha  vuelto a chillar, pero sin responder a mi pregunta. Entonces se ha apoyado en la barandilla y ha mirado al frente, sin decir ni una palabra . Yo he seguido su mirada fijamente.- ¿En serio crees que ella tiene otra pareja? No lo sé, pero estoy muy avergonzado y aterrado, porque he quedado como un completo inútil.- Te sigo explicando, más o menos han pasado unos cinco minutos sin que ninguno de los dos abriera la boca y dijera una miserable palabra. Ella se ha puesto tensa y me ha dicho que se tenía que ir porque había quedado con su amiga, me ha dado dos simples besos y un amargo adiós, con el que me he quedado de piedra.

 

Bueno yaya, veré lo que puedo hacer, hasta pronto!

Te quiero!

Gracias por venir Iván, no te imaginas lo que me ha pasado hoy por la tarde. Siéntate y te lo cuento todo. ¿Sabes quien es Ruth? La chica con que llevo tres meses saliendo, que es tan sonriente y tan reservada. Sí, de  la que hace dos años estuviste enamorado.

 

Hoy queríamos ir al Mirador del Carmel, hemos subido hasta arriba y hemos estado hablando un rato… Sí, pesado, quiero una fanta y él una coca-cola,  déjanos ya de una vez, camarero. Bueno, como decía, hemos estado un rato arriba hablando, hasta que ella me ha dicho que grite. Así hemos seguido hasta que… Sí, gracias por la fanta y por la coca-cola, ahora vete.

 

Como decía... hemos estado un rato hasta que le he querido decir ‘’ te amo’’ y acto seguido se ha ido, yo me he quedado sin palabras y con cara de “qué mal he quedado”.

 

Ahora bien, ¿ qué puedo hacer? Sí, ya lo sé, ella ha sido muy despiadada, pero confío que no lo haya hecho a propósito, seguro que por culpa de su timidez no me ha querido decir nada después del grito, pero no quiero que esta relación termine ahora y de esta manera.

Ya lo sé, tú, en tu momento, también te enamoraste de Ruth y las cosas no fueron muy bien. Creo que tengo que volver a hablar con ella, ¿ no crees?

 

¿En serio? ¿crees que he de pasar página y seguir con mi vida como si nada? No, no soy capaz, aún siento algo por ella, siento como… mariposas en el estómago. Creo que ya sé qué haré, hoy mismo la llamaré y volveremos a quedar en el mismo sitio para poder hablar de todo lo ocurrido. ¿Te parece bien? Ya lo sé, no estás de acuerdo, pero me da igual, porque me has dicho mil veces que Ruth te cae muy mal. Yo ya lo he soltado todo, muchas gracias. Ahora mismo la llamaré para quedar. 

 

Fran, de Jordi Martí. 

 

 

Un café con Juana

 

Hola tía, gracias por venir tan rápido. No te puedes imaginar lo que me ha pasado hace un rato. Te acuerdas que te expliqué que hoy habíamos quedado Fran y yo, que hacía tiempo que no hablábamos a solas.

 

Lo pasé a buscar por su casa y fuimos por la calle San Juan hasta llegar al mirador abandonado, sabes, aquel tan cutre que hay al final de la calle, donde jugábamos a menudo con nuestras madres. ¿Te acuerdas?

 

Y mirando las casas viejas del barrio de la Latina, nos pusimos a hablar un rato, pero al final yo ya no quería contarle nada más y como que el silencio, ya sabes, que me molesta mucho, me puse a gritar, solo para que nos pudiéramos divertir. Nos pusimos a gritar como unos locos y en medio de los gritos, Fran se me declaró así como si nada, me quedé tan sorprendida y angustiada, que casi no podía ni respirar.

 

Ya sabes que a mí no me gusta y claro no me atreví a decírselo en ese mísero momento. Yo no quería herir su corazón, pero como

me lo dijo tan violentamente, pues… no sabía que le podía contestar.

 

Es que tía, ha sido amigo mío toda la vida, desde que hicimos la ESO en el mismo cole. ¿Te acuerdas que te expliqué que había hecho un amigo con el que nos entendíamos en todo? Pues ese era Fran. Ahora espero que no se enfade conmigo después de tanto tiempo que hemos pasado juntos... En todo caso soy yo quien podría enfadarse con él por hacer las cosas de esta manera como, pero como él es tan gruñón puede que también lo esté. Si al menos me hubiera dicho algo, pero mira ya han pasado tres horas y ni una llamada ni un WhatsApp ni un SMS. Pues le escribiré yo, no puedo más, no quiero que se enfade ni perder nuestra buenísima amistad.

 

Mira le diré por WhatsApp que yo no quería herirle, que lo quiero mucho como amigo, pero no como pareja. Ya me ha contestado, dice que no pasa nada, que lo entiende, que se ha pasado, que lo siente y me pregunta si hay otro en mi vida que yo no le haya contado pero que le parece extraño porque los amigos de verdad se lo cuentan todo.

 

¿Y yo que le digo ahora? No puedo contestarle. No hay un otro a quién querer. ¿Cómo le puedo explicar la verdad, que hace un par de años que

me he dado cuenta que los chicos no me atraen para nada, que no sé qué me pasa?

 

Creo que en realidad me atraen mucho más las chicas que los chicos, me gustan pero ninguna en concreto, no estoy segura todavía. ¿Crees que esto lo podría entender? Es verdad, un amigo lo entendería, pero como me lo pidió…, no estoy del todo segura, ¿me entiendes?

 

Se me hace muy difícil de contar, no sé ni cómo empezar. Sería más fácil si hubiera otra chica en mi corazón, creo que lo entendería mucho mejor. Bueno, en realidad, sí que la hay, pero no sé si ella me querría a mí o no, de hecho no sé ni si le gustan las chicas como a mí, pero tendré que preguntárselo. ¿Verdad que no parece tan difícil? ¿Me ayudas a pensar como se lo podría decir?

Que suerte que te tengo a ti que me apoyas en todo esto, te quiero muchísimo, ¿crees que esto serviría para declararme a esa chica?

 

Tienes razón, lo intentaré. Juana, te quiero muchísimo, no como amiga sino como algo más...

 

Ruth, de Mercè Boada.

 

 

Mira,  Mariona, te he convocado aquí a las tres en punto, te he pedido que me compraras un café descafeinado, te he pedido que vengas relajada…En fin me lo has hecho todo y ahora yo me voy a desahogar, estoy segura. Ahí voy, verás, es muy fuerte, muy pero que muy, muy fuerte, bueno el caso es que ¿te acuerdas del tío con el que fuimos a la universidad?, sí compi, de Fran, el que nos caía tan bien a las dos.

 

Bueno, voy a ir al grano: esta mañana cuando me he preparado el desayuno me ha sonado el teléfono… Adivina quién era, Fran! Me ha dicho que no pregunte y que a las 2 menos cuarto, sin falta en el mirador que hay tres manzanas detrás de su casa. Cuando hemos llegado, Fran me ha mirado sin saber bien qué decir, eso quería decir que él tampoco sabia para que me había hecho venir, entonces yo he interrumpido el silencio y le he dicho que grite. No lo hacía , entonces he gritado yo, sin miedo,  y él me ha repetido. Para no volver a decir lo mismo, para quedar bien, ya sabes, he dicho que tenía frío, me ha repetido y luego él ha dicho gritando, como nunca lo había hecho: Te quiero…

 

Mira ya se que he metido la pata, pero es que me ha parecido que estaba loco…Tu sabes lo que me ha dicho? ¿Que no es para tanto? Bueno…, ya sé que tú piensas que le tendría que haber dicho que le quiero, pero en vez de eso he gritado: aaaaaaaaaaaaah!

 

¿Que qué ha pasado luego? Pues que me he ido corriendo de la rabia y he huido mas rápida que Usaín Bolt.

 

 

Fran, de Oriol Peyra. 

 

 

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